"...Hay veces, que mi ser se cubre de oscuridad, y desearía escapar, muy lejos, a donde nadie me encuentre, y mi alma, pese al dolor, alcanza a guiar, si acaso, a mi mano izquierda..."

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viernes, 6 de junio de 2014

Nissan Leaf México (Actualizado).


Después de algunos retrasos, y con más de un año del proyecto de taxis eléctricos en el DF y Aguascalientes, Nissan por fin lanza en México a partir del 30 de junio el primer auto eléctrico emplacable; el Nissan LEAF, del inglés Leading, Environmentally Friendly, Affordable, Family Car (automóvil familiar, líder, ambientalmente amigable y asequible) a un precio de $545,400.00.



Disponible en rojo, azul, gris, plata y blanco, de momento sólo se ofertará la versión más equipada; con asientos de piel, climatizador automático, múltiples airbags, control de crucero, sistema de navegación con pantalla de siete pulgadas, sistema de visión 360º grados, llantas de aleación, bluetooth, control de estabilidad, ABS, EBD, control de ascenso, sensor de estacionamiento, etc. Seguramente para justificar en parte el precio, que a primera vista puede resultar elevado al compartarlo con autos de motor tradicional de combustión interna.





Con "apenas" 109 hp, pero con 254 Nm o 187 lp de par motor (más que un Seat León FR 1.8T), disponibles  cualquier a régimen de revoluciones. No será un auto para las masas pero además del menor gasto en recarga (60% contra un motor "normal", sólo el Tesla Model S tiene mayor eficiencia, pero costaría  el doble),  al fin está disponible para quienes tengan la capacidad financiera, interés en tecnologías alternas y conciencia ambiental. En la zona del altiplano tiene la ventaja que la pérdida de potencia es cero, al no depender del oxígeno ni la presión atmosférica.


Por precio y caracterísiticas, está destinado a no ser el único auto en la cochera del propietario (por ahora), algo que entenderá fácilmente quien tenga para comprarse un auto de 545 mil pesos, quien no, simplemente se quedará con el razonamiento de "mejor me compro un auto de marca x o con potencia y", desde la perspectiva del "auto único para todo".


Existe la duda si su proceso de producción es más contaminante que en un auto "normal", así como la contaminación emitida por centrales eléctricas contra el motor de combustión. De acuerdo a análisis serios 1 2, no sólo conjeturas, contra un auto de motor "tradional" (Volkswagen Golf), según cómo se genere la electricidad, el Leaf emitiría entre un 40 y un 80% menos partículas que otro con motor de combustión interna. De las baterías, al igual que las baterías para autos tradicionales, su desecho y reutilización debe ser vigilado (cosa que no siempre pasa en México con las baterias de autos).


La autonomía homologada es de 199 kilómetros (algo más de la mitad de lo requerido para llegar del DF a Acapulco). El Tesla Model S atravesó sin problemas la mitad de Estados Unidos (de Los Ángeles a Las Vegas), y aunque sus recargas fueron con cargadores rápidos, estos están disponibles en algunos puntos del DF y en algunas agencias Nissan, y poco a poco se irán instalando más, amén que la recarga en estos puntos es gratuita.


Aparte de los prejuicios de quienes no son clientes objetivo, otro osbtáculo es la falta de incentivos por parte del gobierno. Si bien se le exime de algunos impuestos (tenencia, ISAN, Hoy No Circula y verificación, se intentó eximirlo del IVA, pero el gobierno no cedió) y es deducible al 100%, en otros países como Noruega, está exento de cualquier cobro, incluyendo impuestos, peaje en autopistas y pago de  estacionamientos, y puede acceder a carriles confinados. Esperemos que en algún momento alguien en el gobierno se dé cuenta que es más ecológico impulsar combustibles alternativos, en lugar de encarecer los tradicionales, o de imponer medidas absurdas para "sacar autos" de circulación, como si uno se pudiera quedar "guardado" en casa si el auto no circula.

Peña Nieto y el premio Nobel Mario Molina. 


Ampliación.

Por otro lado, sorprende el relativo éxito de eléctricos, pero de marcas premium (Tesla Model S, BMW i3). Parece que en Nissan-Renault quisieron acelerar demasiado un proceso natural (aunque es entendible dado el éxito del Toyota Prius), mientras los eléctricos "para el pueblo" generan dudas, críticas infundadas, rechazo, y siguen pareciendo relativamente caros para el ciudadano a pie, salvo quizá en Escandinavia, para las personas de más recursos parece no caerles mal la combinación de un logo "chick", la etiqueta de "salvemos al planeta", y la posibilidad de explorar (y presumir) el uso de nuevas tecnologías. Incluso parece un aliciente.


Aunque esto mismo ponga al automóvil al nivel de una notebook, un i-Phon o una tablet, y lejos de la psique del entusiasta tradicional, para el que su auto es una extensión de su cuerpo (con connotaciones positivas y negativas), al menos lo hace un éxito, de alguna manera.

Curiosamente, parece que los autos eléctricos seguirán el proceso estándar; de arriba hacia bajo, y esto nos lleva a una observación; los "ricos" patrocinan las nuevas tecnologías no sólo por ser ricos; lo hacen también por tener una mente más abierta a las novedades. Después de todo, uno no aumenta sus espectativas de ingreso si se apega a los prejuicios del "ciudadano común".


Como corolario, si estuviéramos en Nissan-Renault, seguiríamos a contracorriente con los productos que hasta ahora tienen, pero pensaríamos en un eléctrico para Infiniti, como escaparate. Imaginen que primero hubiesen lanzado un Infiniti y luego un LEAF "con la misma tecnología a mitad de precio", quizá hubiera posicionado mejor a este último en la mente de muchos reacios a la innovación; también deberían buscar sinergia con la tecnología de Elon Musk.




www.cotizamatico.com.mx/autos/monica.velazquez



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