Un lobo común (Canis Lupus) mide entre 60 y 90 centímetros a la cruz (la parte superior del lomo dónde se “cruzan” la línea de los hombros y la espina dorsal), y tiene un peso de entre 32 y 70 kilogramos. En Alaska y Canadá se han llegado a encontrar especímenes raros de más de 77 kg, en 1939 fue abatido un ejemplar de 80 kg. Existen reportes no confirmados de un ejemplar de 100 kg de peso cazado en el nordeste de Rusia. Comparativamente, el peso promedio del hombre europeo es de 75 kg, y de 61 kg el de la mujer.
El extinto “Lobo Terrible” (Canis Dirus), tenía un peso promedio de 80 kilogramos, aunque era más robusto y de patas más cortas que el Canis Lupus.
Actualmente, “Zeus”, un ejemplar de Gran Danés o Dogo Alemán, ostenta el título del perro (“Canis Lupus Familiaris”) más alto del mundo con 1.12 metros de altura a la cruz (la altura promedio de la raza es de 80 centímetros), aunque pesa “sólo” 70 kg.
El perro más pesado es “Hercules”, un Mastín Inglés de 127 kg y 97 cm hasta la cruz (rara vez suelen pasar de los 82 cm de alto). El título del perro más grande de todos los tiempos es de “Zorba”, otro Mastín inglés que pesaba 155 kilogramos, y medía 2.3 metros de la punta de la nariz a la punta de la cola.
Otras razas grandes de perros destacadas son el San Bernardo (“Chien du Saint-Bernard”), con ejemplares de más de 90 centímetros de alto y hasta 112 kilogramos de peso, el Lobero o Cazador de Lobos Irlandés (“Irish Wolfhound”), con hasta más de 95 centímetros de altura a la cruz, el Mastín Napolitano (“Mastino Napoletano”) de hasta 85 centímetros a la cruz y 90 kg de peso, el Mastín Tibetano o Dogo del Tíbet (“Do-Khy”), también de hasta 85 cm de alto, y el Kangal de Kurdistán (Turquía), que aunque tiene un máximo de 81 cm a la cruz y 70 kg, hay ejemplares de casi un metro de alto.
En Latinoamérica, la raza más grande es el Fila Brasileiro, de hasta 80 centímetros a la cruz y 70 kg de peso, la cual es reconocida por su excepcional temperamento como perro guardián y su fidelidad proverbial: “Fiel como un Fila”.
Un perro doméstico común pesa en promedio unos 15 kilogramos, algo más grande que un Cocker Spaniel, las razas grandes más difundidas son el Rottwailer, de 68 cm a la cruz y 45 kilogramos, y el Pastor Alemán (“Deutscher Schäferhund”), con hasta 65 cm y 40 kg, siendo éste último el más usado como perro de trabajo, laborando como perro guardián, perro policía, de rescate, lazarillo, y rastreador.
Dato -no tan- inútil del día.
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