El mes de noviembre del año 2013 pasó a mejor vida, bueno o malo, fue, y nunca volverá a ser.
Para los que somos medio grinch, ya es, por fin, un mes decente para comenzar con el sentimiento navideño (recuerdo aquella ocasión de una "pre-posada" a finales de noviembre que más bien tenía sabor a post-halloween...), así que siéntanse libres de entonar villancicos sin remordimiento alguno. Noviembre es el mes en que los escritores aficionados nos juntamos para echarnos porras y tratar de conseguir la proeza de escribir al menos cincuenta mil palabras (y si logran tener un poco de coherencia, tanto mejor). Este año, como comenté en el primer post, no iba a participar por asuntos personales, pero me animé a hacerlo.
Los asuntos personales no sólo siguen pendientes, sino que me tomarán bastante más tiempo del calculado, en fin, no me arrepiento, mis historias no sólo lograron avanzar, sino que ahora tienen mayor coherencia y rigor. No pude asistir a los pocos write-ins realizados, espero que se organice algún evento más en el periodo inter-NaNo, y si es antes que termine el año, mucho mejor; además, hay que decirlo, no logré alcanzar los cincuenta mil palabras en esta ocasión.
Sé que en el NaNo no hay que ser tan riguroso, lo importante es avanzar, y sobre todo, hacerse el hábito de escribir. Dado que avancé, y el escribir es a veces no sólo un hábito, sino una necesidad, no doy por perdidas las casi treinta mil palabras que logré adelantar en este intento. Ya consciente en cierta etapa que las cincuenta mil no eran posibles, me propuse, al menos, superar mis dos intentos pasados, con algo más de 26 mil palabras. Llegando a las 28 mil, creo que podría decir "misión parcialmente cumplida", sin embargo, sé que no sólo seguiré participando en el NaNoWriMo, sé que al final 50 mil palabras serán un objetivo posible, ¿El próximo año? Todo puede suceder.
Así las cosas, una vez más, una felicitación y mi reconocimiento para quienes lograron las 50 mil palabras, y para quienes lograron sus objetivos personales. Quizá algunos comenzaron con muchas ganas, se desanimaron en algún momento, o por algún inconveniente, compromiso de trabajo, escuela, etcétera, no lograron avanzar mucho. El NaNo, recordemos, es más un evento que un concurso, el concurso, de darse, es contra uno mismo, así que, como yo, quizá el reto de superarse a sí mismos el siguiente año sea el siguiente paso para poder alcanzar la meta.
Si leyeron la entrega pasada, recordarán que entre los obstáculos que hubo en mi camino, estuvo el diseño de personajes, algo en lo que también, aunque sea sólo un poco, logré algo de progreso. Como regalo de fin de Nano, les dejo un boceto de uno de los diseños. El personaje pertenece a la saga de El Cantar de las Dunas, y es uno de varios alienígenas no antropomórficos:
¿Lograron la meta? ¿Lograron sus metas? ¿Lograron algún avance? ¿Lograron encontrar las siete esferas del dragón? (Si lo hicieron, recuerden que el primer deseo es para revivir a Krilin), espero que hayan logrado avanzar de algún modo, nos seguimos leyendo.
Neckriagén.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario