"...Hay veces, que mi ser se cubre de oscuridad, y desearía escapar, muy lejos, a donde nadie me encuentre, y mi alma, pese al dolor, alcanza a guiar, si acaso, a mi mano izquierda..."

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sábado, 4 de enero de 2014

Rómulo Rozo, El Pensamiento. Dato Inútil.

Rúmulo Rozo Peña, Bogotá Colombia 13 de enero de 1889, Mérida Yucatán, México, 17 de agosto de 1964.

Escultor méxico-colombiano (recibió su carta de naturalización el mismo día que falleció). Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes y después en el Instituto Técnico Central de Bogotá. Viajó a Europa entre 1924 y 1929; estudió en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, completó sus estudios en París, Francia, bajo la tutela de Antoine Bourdelle. Participó en la Exposición Iberoamericana de Sevilla en 1929 donde ganó el Gran Premio y la Medalla de oro.

De origen indoamericano, contrajo matrimonio en dos ocasiones, la primera en Checoslovaquia, con Ana Krauss a quien conoció en París, con la que tuvo tres hijos: Rómulo, Gloria y Leticia. La segunda con Manuela Vera, yucateca, con la que tuvo dos hijos: Marco Antonio y Gloria Antonia.

En 1931 fue nombrado agregado cultural de la embajada colombiana en México, después la SEP lo invitó a colaborar como maestro de escultura en sus escuelas. Colaboró con la Universidad Nacional Autónoma de México como maestro en la Escuela Central de Artes Plásticas en 1933.

Enamorado del arte escultórico indígena mexicano, Rozo busca la manera de expresar esa sabiduría y pensamiento indígena heredado a los descendientes mestizos y lo logra creando una de sus más bellas obras, "El Pensamiento".


En 1932 realizó su primera magna exposición en la Biblioteca Nacional de México, en donde exhibió entre otras obras a "El Pensamiento", gracias a una broma de mal gusto, en la que un reportero colocó frente a la escultura en exhibición una botella de tequila, la imagen fue caricaturizada en la prensa mexicana.

Plagiada, vanalizada y comercializada ad náuseam, sin que el autor pudiera hacer nada por evitarlo. La imagen, que proyecta con creatividad la idiosincrasia reflexiva del mexicano, fue pervertida y pasó a representar a partir de entonces, el estereotipo del "mexicanito flojo y dormilón". El "lazy Mexican", el "sleepy Pancho", vulgarizada en los filmes hollywoodenses, invadió de manera deplorable el imaginario público en los años 40 y 50.

Más tarde Rómulo Rozo se establece en el sureste de México, invitado por el gobierno para dirigir la construcción y decoración de una serie de edificios públicos en Chetumal en el actual estado de Quintana Roo. En 1946 es contratado por el gobierno de Yucatán, dónde vivió hasta su muerte, para impartir clases de escultura en la Escuela de Bellas Artes de Mérida. Aquí desarrollaría la que fue la más importante de sus obras: el Monumento a la Patria, en el Paseo de Montejo.


Así fue como una escultura que deseaba representar una idea positiva fue deformada para dar pie a un estereotipo negativo.

Dato Inútil del día (y primero de 2014).

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